NATURALISMO

 

CONTEXTO HISTORICO

 

Movimiento literario que surgió a finales del siglo xix en Francia por oposición al romanticismo y que se caracteriza por su carácter metódico determinista y por reflejar con mucho realismo en sus obras la parte más cruda y desagradable de la realidad. El realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el Realismo es más descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida, la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y  mecanica la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el individualismo burgués es siempre libre y optimista en su fe liberal de que es posible el progreso sin contrapeso y labrar el propio destino, el naturalismo es pesimista y ateo merced al determinismo, que afirma que es imposible escapar de las condiciones sociales que guían nuestro sendero en la vida sin que podamos hacer nada por impedirlo.

 

CONTEXTO SOCIAL, POLÍTICO Y ECONÓMICO

Sus bases fueron establecidas por el autor francés Émile Zola, a partir de dos corrientes científicas y filosóficas de la época:

- El Materialismo: considera que todo tiene una explicación física y niega la existencia de un Ser Superior.
- El Determinismo: entiende que la razón de los problemas sociales están en el ambiente y la de los individuos en la herencia biológica.
Los ambientes naturalistas suelen ser miserables, con personajes, muchos de ellos tarados, alcohólicos y psicópatas, marcados por la sociedad o el entorno familiar. Si el escritor realista es ―notario‖ de lo que sucede, el naturalista obra como ―juez‖ que investiga los antecedentes y las causas de los problemas de la sociedad. El lenguaje suele ser natural, vulgar e incluso soez.
 

CARACTERÍSTICAS

 

Las obras naturalistas solían incluir, de hecho, la pobreza, el racismo, el sexo, los prejuicios, la enfermedad, la prostitución, la suciedad y la muerte tratadas de una forma exenta de dramatismo, lo que las hizo algo difíciles para el público en general y consiguió que fueran criticadas por ser demasiado directas y francas. Los naturalistas negaban la libre voluntad y se refugiaban en su pesimismo determinista, afirmando que las condiciones sociales y naturales de los personajes les impiden vivir de acuerdo con su voluntad.


En este sentido, los naturalistas se mostraron muy interesados en abordar sus obras desde un punto de vista “científico”, intentando identificar las fuerzas ocultas que influencia las acciones de los personajes. Esas fuerzas serían principalmente el ambiente en el que esos personajes crecen y operan, así como la herencia que reciben o, en otras palabras, la posición social y económica que ocupan.

 

REPRESENTANTES Y FRAGMENTO

Émile Zola (ParísFrancia2 de abril de 1840 – ibídem29 de septiembre de 1902) fue un escritor francés, considerado como el padre y el mayor representante del naturalismo.

 

Simplicio

Había en otros tiempos -no olvides, Ninón, que yo debo este relato a un viejo pastor-, había en otros tiempos, en una isla que más tarde el mar devoró, un rey y una reina que tenían un hijo. El rey era un gran rey: su copa era la mayor del reino, su espada la más larga, bebía y mataba soberanamente. La reina era una hermosa reina: se ponía tanto maquillaje que apenas representaba cuarenta años. El hijo era tonto.

Pero tonto por completo, según decían las personas importantes del reino. A los dieciséis años acompañó a la guerra a su padre, el rey, que intentaba acabar con una nación vecina que le había hecho el agravio de poseer un territorio que él ambicionaba. Simplicio se comportó como un imbécil, pues salvó de la muerte a dos docenas de mujeres y a tres docenas y media de niños; lloró tantas veces como sablazos propinó su mano, y, además, la contemplación del campo de batalla, cubierto de sangre y sembrado de cadáveres, le causó tal impresión, inspiró tal compasión a su alma, que no comió en tres días. Como ves, Ninón, era un tonto en toda la extensión de la palabra.

A los diecisiete años asistió a un banquete ofrecido por su padre a todos los gastrónomos del reino, y cometió en él todo tipo de bobadas. Se contentó con tomar unos cuantos bocados, hablar poco y no jurar nunca. Su copa de vino estuvo a punto de permanecer llena durante toda la comida; y el rey, deseoso de salvaguardar la dignidad de su familia, se vio obligado a vaciarla, de vez en cuando, a escondidas.

A los dieciocho años empezó a salirle el bigote al príncipe, observación constatada por una dama de honor de la reina. ¡Las damas de honor son tremendas, Ninón! La que te menciono quería nada menos que el heredero al trono la abrazara. El pobre chico apenas dormía; se echaba a temblar cuando ella le dirigía la palabra, y en cuanto oía el roce de sus ropas en los jardines, desaparecía. Su padre, que era un buen padre, se daba cuenta de todo esto y se reía para sus adentros, hasta que al fin, como la dama presionaba cada vez más y el beso no se producía, avergonzándose de tener un hijo semejante, dio personalmente el beso pedido, deseoso siempre de preservar la dignidad de su familia.

 

La muerte, el miedo de muchos la esperanza de algunos

Hoy miro la ventana con ganas de volar como lo hacia antes,  de sentir la brisa y poder correr, de mirar el horizonte, de sentir una caricia, de acariciar. Recuerdo esa noche,  ese 27 de enero de 2006, el día en que la vida se fue volando por mi ventana, una vida que día a día no es vida.

Estaba oscuro, había acabado de dejar a mi novia, Camila, en un paraje de la ochenta, cerca de la mota, pretendía regresar a casa en un taxi, cuando el fin me apunto con un revolver, eran dos hombres, me obligaron a darles mis cosas, no me opuse, no podía ni pensar estaba atónito solo quería salir y huir de aquel lugar. Entregue la billetera, el celular, el reloj hasta los tenis, todo. Creí que en ese momento el robo había terminado los dos hombres se marcharían y todo quedaría ahí, preparado para salir del shock  y huir y solo recordar esto como un mal rato que me brindaba el maldito destino”.

Juan Pablo Botero, cayó al suelo, le habían disparado en el cuello, quería levantarse pero no podía.

“La muerte,  pensaba y venían a mi mente recuerdos de mi vida, todo, como una película, sentía que me iba”.

 Pasaba el tiempo. Un hombre mayor y una mujer joven venían caminando y se acercaron a  ayudarlo. Pidió que le avisaran a su mamá, Elda Beatriz. La joven lo hizo pero la madre no le creyó. Intentaron de nuevo pero esta vez hablo él,  Pero como el solía bromear con cosas semejantes su madre no le creyó al principio.

La eternidad continuaba casi diez minutos después llegó la policía. Los uniformados procedieron a llevarlo a la clínica las Américas. “Nunca perdí la conciencia, hasta la patrulla hizo un trayecto en contravía para ganar minutos a la eternidad”.

Tampoco perdió el sentido en la clínica. Se entero que no podían operarlo de inmediato, porque la bala que lo atravesó estaba envenenada  y había dejado su veneno tóxico, “una bala de político” es usual que los sicarios la usen cuando van a matar a un dirigente para asegurarse de que si la bala no lo mata, muera por el veneno.

Finalmente después de cortarle la infección, entro a cirugía. “Antes de ser anestesiado me anunciaron el comienzo de vivir muriendo que quedaría cuadripléjico, aunque conocía el significado de esa palabra solo dije “en todo caso no me dejen morir”.

Desperté y solo podía mover mi cabeza,  la angustia me invadió y solo quería una explicación, pero la respuesta era la evidente “soy un vegetal más”. Mi madre   estuvo en este proceso, después de que me dieron de alta llegue a casa un refugio para mi desesperación o mejor la cárcel de mi vida.

Al principio de todo esto, de asimilar que no podía moverme solo pensaba en morir ya para que me aferraba a la vida. Intente suicidarme varias veces, tragándome cosas, mordiéndome la lengua, Pero mi madre estaba ahí y no me dejaba ir.

Juan Pablo Botero Murió el 24 de junio de 2010, tras viajar a España a realizarse un suicidio asistido en el cual ingirió un medicamento que le permitió acabar con su agonía, es así como pudo darle fin a lo que para él era  estar muerto en vida.

 

                                                                                                                                  Alejandra Mejía